lunes, 19 de septiembre de 2011

Verano 2011

14 de agosto de 2011, fin oficial de mis vacaciones de verano, mañana empiezan las clases y con ellas el estrés, los nervios, las irritaciones, las risas, el estudio...
El día 14 de agosto se lleva consigo un verano repleto de locuras, para mi ha sido el verano más especial de todos los que he vivido. Este verano empezó siendo aburrido, pero un día que no se muy bien como, quede con una chica que antes me caía fatal, era mutuo, pero empezamos a hablar y vimos que eramos muy majas, por ambas partes. Nos hicimos amigas y sin ganas de que aquella tarde acabase quedamos por la noche. Al día siguiente volvimos a quedar, y lo convertimos en una tradición, todos los días de 10 a 12 de la noche se nos podía ver en Caja Duero, siempre acompañadas de nuestras risas, nuestras conversaciones tontas, nuestras miradas para nada disimuladas a los chicos guapos que pasaban. Poco a poco se nos fue sumando gente, y ¡acabamos siendo 17! Estábamos todo el día esperando a que llegara la noche, pero cuando llegaba se iba tan rápido que casi no podíamos ni saborearla. Hicimos trastadas, como jóvenes que eramos. Nos escondíamos en las cunetas de los sitios mas alejados del pueblo donde todo estaba oscuro y no se nos podía ver, cuando pasaba un coche hacíamos saltar el flash de una cámara de fotos simulando un radar, eso provocó en nosotros muchas risas, y a los conductores muchos sustos, alguna carrera que otra nos tocó echar a cuenta de que los coches nos descubrían y teníamos que salir corriendo de allí para no ser vistos, o en caso de ser vistos que no se nos distinguiera la cara. Al poco tiempo nos cansamos de hacer eso y dedicábamos nuestras noches a quedarnos sentados en un lugar charlando, inventando historias o contando anécdotas. Algunas veces sacaban un balón y nos poníamos a jugar al fútbol, otra quedabamos en sacar las bicis y nos íbamos por caminos alejados a robar algo de fruta que después comíamos saboreándola entre risas y mas risas, otras sacaban un carretón de fabricación casera y se ponían a jugar a toros y recortadores simulando la infancia, esos días mi amiga y yo nos quedabamos sentadas viéndolos correr como locos y charlábamos de nuestras cosas. En el grupo habitual estábamos dos chicas y seis chicos. Bien, pues la otra chica se fue a otro pueblo durante 24 días exactamente a veranear con su familia. Total que me quede yo sola con todos esos ''machos'', pero no me arrepiento, yo estaba a mis anchas, hablabamos de todo, desde política hasta sexo, desde religión hasta cocina... Yo me reía muchisimo, hasta que empezó a salir mi prima conmigo por las noches, no es que me dejara de divertir, sino que era una diversión distinta, ya que tenia que cuidar mucho mis modales y mi forma de expresarme, pero al final acabó siendo uno más tan loca como yo o incluso más. A finales de agosto yo me fui a la playa, y allí me encontré con mi Mejor Amiga, lamentablemente no estaba en mi hotel, pero eso no significó que mi MA y yo pasáramos ratos estupendos conociendo a gente de su hotel. Estando en su hotel, la primera de las dos noches que pasamos juntas, vimos a dos niños hablando, mas bien chapurreando en ingles, con dos guiris de New Castle, nos hicimos amigas de los niños enseguida amándonos a la conversación y como yo soy bastante buena en Ingles pues hice de traductora entre los 5, sin contarme a mi. Entre risas y mas risas poco a poco me fui dando cuenta de que uno de los chabales era bastante mono. Esa noche quedo prendado en mi memoria, me quede dormida con la esperanza de volver a verle el tiempo que estuviera allí. Al día siguiente bajamos a la playa, y dando un paseo me encontré con mi MA, nos pusimos a charlar, a nadar y a hacer el tonto y llegamos hasta las bollas, estábamos lejísimos de la orilla, mereció la pena el susto. Por la tarde, tumbada en la arena escuchando a Swan Fhaybwoy sumergida en mi mundo, llego mi MA y me bajo a la tierra de nuevo, tenia una sorpresa, alguien había venido a verme, era él. Mi corazón y mis entrañas saltaron de alegría, fuimos paseando y vimos a lo lejos una plataforma desde la cual la gente se tiraba, decidimos acercarnos nadando, estaba mas lejos de lo que parecía, por fin conseguimos llegar, y apenas nos dio tiempo a tirarnos dos veces, a los cinco minutos de estar allí cerraron la plataforma. Volvimos a la toalla, se nos había pasado la tarde volando. Por la noche fui a su hotel, y allí me esperaban mi MA y él con otros dos chicos, de los cuales uno era super majo pero no paraba de mirarme el escote, y el otro simplemente era. Bajamos a la playa todos juntos entre risas, él me abrazó y yo me sentí feliz. Cuando mis pies entraron en contacto con la fina arena recién alisada me volví loca. Era feliz de estar allí, allí todo era perfecto. Volvimos al hotel riéndonos, como no, subimos a la habitación de uno de los chabales y allí explotó la locura. Yo no tenía bolsillos, y por no llevar en móvil de la mano todo el rato me lo metí al escote, y él intentaba sacármelo todo el rato. Lo consiguió unas cuantas veces sin que yo me diera cuenta. Bajamos a la entrada del hotel y nos sentamos en los sofás de la recepción, donde una noche antes le conocí. Pusimos fin a la noche sin ganas, me despedí de mi MA, que al día siguiente se volvía a nuestra ciudad, y me despedí de ellos rápidamente con la esperanza de volver a verlos diciéndoles que si bajaban a la playa que me fueran a ver, que él sabía donde estaba. No los volví a ver por la playa, ni a él, ni al otro. Eso me apenó bastante, aun así me lo pasé genial. Cuando llegué a mi ciudad les agregué a Facebook y a Tuenti, y poco a poco me fui dando cuenta de que no sentía nada por él, solo cariño en plan amigos. A la semana siguiente un amigo de mi MA se me declaró, le dije que no, que aparte de que no me gustaba no le quería, me hizo sentir feliz y subió mi auto estima. Si le gusto a ese niño, le podré gustar a todo el que quiera. Pero yo al que quiero gustar es a ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario