sábado, 3 de octubre de 2015

Ese triste día el cielo ganó una estrella

A veces hay pérdidas que también son ganancias, porque de todo se puede sacar algo positivo.
Perdimos una persona pero ganamos una estrella que nos guía y nos protege, que nos alumbra y nos señala el camino, que siempre está ahí para hablar con él, para contarle las buenas noticias, y las no tan buenas, para consultarle nuestras dudas y contagiarle las alegrías. Porque incluso en las noches nubladas de tormenta hay estrellas aunque tú no las veas, porque por muy lejos que puedas ir las estrellas siempre te acomparán en tu caminar.

''Mira las estrellas, los grandes reyes del pasado nos observan desde ellas. Y cuando te sientas solo recuerda que esos reyes estarán ahí para guiarte''. (Mufasa, El rey león)

Si decides quedarte...

Si decides quedarte te prometo mil amaneceres y mil lunas.
Si decides estar a mi lado te prometo mil primaveras y mil inviernos, te prometo abrazarte cuando haga frío, consolarte en los malos momentos y besarte sin venir a cuento.
Si decides estar conmigo te daré lo más exacto de mi, mis mejores defectos y mis peores virtudes, mis locuras y mis sosiegos, mis enfados y mi felicidad.
Si decides quedarte prometo quererte cada día un poquito más, aunque parezca imposible.
Prometo cuidar de ti, y acariciarte el pelo cuando estés cansado.
Si decides quedarte te prometo una vida a mi lado, pero si decides marchar asumiré el dejarte ir y te desearé mil amaneceres y mil lunas con aquella persona que logre amarte tanto como te quiero yo.

''Si decides marchar, te espero tranquila, que ya volverás.
Si te pretendes quedar, asumo el riesgo de oír todo lo que perdí.
Si me dan a elegir, te ofrezco lo más exacto de mi.
Decoro defectos con el fin de ser perfecta para ti, de ser perfecta para mi, para los dos''.
Para los dos, Rozalén