domingo, 22 de diciembre de 2013

Difíciles despedidas, amargos recuerdos, duras caídas.

Dejar atrás este año va a ser difícil.
No es que haya sido un año estupendamente bueno pero en este año han ocurrido demasiadas cosas de principio a fin, reencuentros, enfados, desenfados, perdón, amor...
Ha sido un poco locura mirándolo bien, ha sido un año eterno y pese a eso no quiero que se acabe.
Este año he dejado atrás a una de las personas que más he querido, quiero y querré, a mi abuelo. El día 13 de diciembre mi abuelo falleció y fue un golpe demasiado duro para mi. Mi familia siempre ha sido uno de los pilares más importantes de mi vida, y ahora estoy como que me falta una pata en mi mesa y todo se está tambaleando mucho.
No quiero que se acabe el año porque no quiero dejarlo atrás, no quiero hacer frente a que ya no está y a que nunca volverá, pero supongo que es lo que toca.
Últimamente siento que mi vida está vacía, yo misma me siento vacía, intento ser alguien que no soy de cara al exterior por no preocupar a las personas que me quieren, en especial a mi mamá. Intento sonreír mucho, aparentar ser feliz, que nada me hace daño, para que crea que soy fuerte y que lo estoy superando, pero en verdad no es así, por dentro estoy derruida como una casa en ruinas no siento nada que me motive, nada que me impulse a seguir, nada que me mueva a hacer las cosas, y eso es muy triste.
He perdido mis aspiraciones y mi yo, a cambio, ha ganado temores, temor a fracasar, a que algo salga mal, a quedarme sola, a que nadie me quiera, a no ser yo, a no saber quién soy...
He perdido mi forma de escribir, no me gusta como escribo ahora, y me da rabia. Quizá no me guste como escribo porque quizá esté vacía.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Y le perdí.

Sin saber cómo ni cuándo él llegó a mi vida, arrasó con todo, lo puso del revés, le dio la vuelta a aquello cuanto se encontraba a su paso, incluido mi corazón. Fue pasando el tiempo y entre los dos fuimos ordenando aquel caos que previamente se había formado en nuestras vidas, nos encargamos de decorarlo a nuestra manera, de construirlo juntos, de ser uno.
Lo fuimos todo sin ser nada, no entendíamos qué era lo que teníamos, pero no nos importaba. La gente preguntaba si éramos pareja, amigos, amantes... Nosotros siempre contestábamos que eramos nosotros, y eso nos bastaba.
Khrónos hizo de las suyas acelerando nuestras vidas, y a la vez que se aceleraba todo, nuestros intereses cambiaban. Tú querías un nosotros verdadero, responder a las preguntas que la gente hacía diciendo que eramos ''novios'', para mi el nosotros estaba bien, para mi el nosotros era más verdadero que cualquier otro sentimiento. Tú querías poner fecha, celebrar aniversarios, a mi me gustaba celebrar cada momento que pasaba contigo, porque cada momento era un aniversario. Tú querías salir a la calle y cogerme de la mano, gritar a los cuatro vientos que eramos nosotros, a mi me gustaba mantenerlo para mi, creo que no hay necesidad de aparentar que estamos juntos, no hay necesidad de mostrar que estoy con alguien, o que quiero a alguien, no hay necesidad de hacerlo artificial, con que tú supieras que te quería me sobraba.
Lo sabías, yo lo sabía y solo los amigos más cercanos lo sabían, sin fotos, sin fechas, sin cosas artificiales, yo te quería.
Pero eso no bastó y a pesar de lo que nos queríamos, que no nos importaba nada ni nadie, que no teníamos fecha de caducidad y no dábamos explicaciones, te perdí.
A pesar de quererle más que a mi misma le perdí.