domingo, 13 de julio de 2014

El tiempo pasa y no pasa nada.

Siempre me ha parecido un poco estúpido escribirle en un blog a alguien que no está, pero hasta ahora nunca había tenido a alguien que no está. Ahora comprendo esa imperiosa necesidad de sacar fuera sentimientos e intentar comunicarle de alguna manera lo que siento.
Soy de las personas que creen que cuando alguien se va solo lo hace su cuerpo, su alma, o espíritu, o como le quieran decir, se queda con nosotros para cuidarnos y ahora lo creo aun más. Estoy totalmente segura de que durante todo este tiempo me ha estado ayudando y protegiendo, puede que esté loca pero diría que incluso a veces siento su presencia.
Siete meses han pasado desde que su cuerpo decidió dejarnos y ojalá pudiera volver ocho meses atrás para decirle todo lo que le quiero, porque cada vez que voy a verle no me salen las palabras y solo le puedo pedir que cuide de nosotros y en especial de mi abuela y mi tía, que le necesitan y le echan mucho de menos.
Mi familia siempre ha sido uno de los pilares de mi vida y ese día ese pilar sufrió un terremoto y se quebró.
Te quiero muchísimo, darte ese último beso es algo con lo que me quedo, no me importó verte en ese estado pues para mi simplemente estabas dormido.
Espéranos mucho tiempo allá donde estés y cuídanos mucho, que te necesitamos más que nunca aquí abajo.