miércoles, 9 de diciembre de 2015

Me encanta el mundo, si es contigo.

Me encantan las noches si son contigo. 
Me encantan los  momentos sentados en cualquier mesa de cualquier bar, con una cerveza en la mano, aquellos momentos en los que nos creemos capaces de mejorar el mundo, y discutimos formas de mejorarlo y arreglarlo todo, lo que nunca te he dicho es que contigo, mi mundo ya es mejor.
Me encantan las noches que nos quedamos hablando de cosas insignificantes hasta las tantas, aunque al día siguiente tengamos que madrugar y estemos muertos de sueño.
Me encantan los ratitos que sacamos de donde sea para vernos, o para hablar, o para preguntarnos qué tal el día. Porque no necesitamos estar todo el día hablando, pero cuando lo hacemos se me pasa el día volando.
Me encanta salir de tranquis a las seis de la tarde y volver casi al amanecer y no haber hecho más que hablar, de todo, de cosas profundas, de cosas superfluas, de sentimientos privados y de cosas banales.
Me encanta el sexo, nuestro sexo. Me encanta haber descubierto que puede ser apasionado, salvaje y lleno de amor todo a la vez.
Me encanta el mundo, si es contigo.