viernes, 1 de noviembre de 2013

Mentiras que se basan en mentiras.

A él le gustan mis piernas, a mi sus brazos. A él le gustan mis ojos, a mi su sonrisa. A él le encanta acariciarme el pelo, y a mi que lo haga. A él le gusta deslizar su dedo por mi espalda, a mi me gusta cuando lo hace. A él le gusta que me acueste sobre su pecho,  a mi me encanta sentir su respiración y sus latidos. A él le gusta poner la cabeza sobre mis piernas, a mi acariciarle el pelo cuando lo hace. A él le gusta morderme, a mi me gusta acariciarle. A él le gustan las fotos de pareja, a mi no. A él le gusta salir y que nos vea la gente, a mi me gusta darle la mano discretamente. Al fin y al cabo no somos tan diferentes. Nos complementamos. O no.
Yo no sé ya que pensar, sé que me quiere, y yo sé que le quiero, pero no sé si nos queremos de la misma manera. No me gustan las fotos de pareja, ni los besos en sitios públicos, ni gritar a los cuatro vientos si estoy con él, o si le quiero, o si vamos al cine, o si nos quedamos en casa. A él le gusta que la gente se entere, para que nos tengan envidia, dice.
Creo que cometemos un error al separarnos, pero también creo que en el fondo es lo mejor. Ante todo amigos.