domingo, 12 de octubre de 2014

Sigo siendo una yonki de ti.

Sigo esperando una palabra. Sigo esperando una llamada. Sigo esperando un mensaje. Sigo esperando una señal de que estás vivo, de que estás bien, de que estás ahí.
Sigo esperando que vuelvas y pongas mi vida patas arriba. Sigo esperando el desorden porque durante tanto tiempo viví entre caos que ahora que está todo en calma no sé vivir.
Soy como aquel que se lame las heridas y las cura con tequila. Soy como el perro que por muy dolido que esté siempre vuelve, y siempre espera otra palabra, u otro gesto, u otro algo, aunque ese algo no le guste, aunque el gesto le haga daño y aunque la palabra le mate.
Será que soy una yonki de ti, de tu voz, de tu manera de desordenar cada milímetro que me compone.
Será que extraño tus besos, tus palabras y tus días. Será que nunca fueron míos.

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