sábado, 22 de febrero de 2014

Es en ese momento cuando te das cuenta de que lo difícil es lo más fácil.

En momentos como este, cuando sientes que no vales nada, que nada merece la pena y solo la música te acompaña, te das cuenta de lo bonita que es la vida, de lo puta que es y de que nos trae locos. Te das cuenta que en este mundo no hay blancos puros ni negros absolutos, el blanco siempre es un blanco roto, y el negro un negro apagado tirando a marrón. Te das cuenta de que ni lo malo es tan malo, ni lo bueno tan bueno. Que a lo mejor merece la pena vivir, que no va a ser fácil superar todo lo sucedido, pero poco a poco lo estamos consiguiendo, hemos estado peor...
Es difícil sentir que se derrumba todo, pero más difícil es volverlo a construir, pero se intenta, porque la vida se basa en eso, en construir edificios de felicidad y que vengan nubes amargas y escondan los edificios, pero por mucho que se escondan, seguirán estando ahí y tienen cimientos tan fuertes que aun que algún piso se caiga no será difícil volverlo a construir.

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