Es un día como otro cualquiera, te levantas y piensas en lo monótono y aburrido que va a ser el día, te vistes y vas a clase. Cuándo llegas, después de hacer los deberes, te metes en desmotivaciones.es, cosa de costumbre, empiezas a ver carteles, con unos te ríes, con otros te pones echa una furia, pero hay uno en especial que te llama la atención, lo miras detenidamente y le ves, es él, el de la foto es él, no te lo puedes creer. El pulso se te acelera, nunca lo había tenido así, sientes como esta apunto de salirse de tu pecho. Decides investigar más y vas a la página del perfil de la persona que subió el cartel. Tiene otro con la misma foto del chico de antes, de tu chico, de él. Dudas entre preguntarle o no, y decides preguntarle, mierda, le han baneado la cuenta, le mandas un mensaje para que lo lea cuando pueda volver a entrar. Sigues investigando y ves que tiene novio y que sorprendentemente también el tiene cuenta. Te decides a preguntarle y te contesta, te dice que mires en los comentarios que allí lo pone. Vas a mirar. Tu interior reza para que ponga su nombre, por favor que sea él, que sea él, que sea él, a medida que avanzas en los comentarios te pones más y más nerviosa. Y llegas, ves el nombre del chico de la foto, no es el de él. Desgraciadamente no es el de él. Pero ¿qué me pasa?, no me he sorprendido tanto como esperaba, supongo que mi interior se estaba preparando desde el principio para un golpe así. Buscas imágenes del chico en Google y ves las fotos que tanto conoces, las que tantas horas has mirado. No me lo puedo creer, incluso la foto que se hizo 'pensando en ti' está allí. Puede que tenga Facebook. Vas a mirar, bingo, tiene face, ves sus fotos y piensas ¿cómo puede ser tan guapo?. Te quedas parada en una foto, en tu foto, y una lágrima resbala por tu cara, y otra y otra y otra. No. No voy a llorar.
Al día siguiente decides seguir investigando buscas más información suya. Pero, ¿cómo cojones no te has dado cuenta de que te estaba engañando si sus fotos pertenecen a un famoso? Puede que sea porque no estas metida en el mundo del skate o por que simplemente en España no es conocido. Buscas en YouTube algún vídeo suyo, encuentras un montón y te pones a verlos, y piensas oye pues este también está muy bueno... Hay un vídeo en el que se le oye hablar, esperas a que se cargue para verlo. Tantas veces queriendo oír su voz y ahora por fin podré oírla. Y ves el vídeo, y la escuchas, escuchas su voz, y te da un vuelco el corazón. Y rompes a llorar. Lo dejas a medias, no puedes soportar el verle ahí. Y piensas en quién será la persona que ha estado hablando contigo estos siete meses. En cómo habrá sido capaz de mantener sobre su conciencia el estar engañándote. En cómo es posible que te haya jurado tantas veces que él es el de la foto y en cómo no ha sido valiente para decírtelo.
Después de deliverarlo mucho llamas con numero privado a su móvil. Lo coge una chica. Cuelgas. Al día siguiente reunes todo el valor del mundo y vuelves a llamar, te lo cogen, y mantienes una mínima conversación con la chica que te coge el teléfono, obviamente sin descubrirte a ti misma.
Decides llegar al fondo de esto, usas un tuenti falso para agregar a dos de sus ''amigas'' para preguntarles por él. Ahora solo queda esperar que acepten y hablar con ellas. Una de las chicas te responde, y te pregunta que es eso tan importante que quieres decirle, la respondes que prefieres hablarlo cuando la veas conectada.
Unos días después de esto, llegas a casa cansada y mientras bebes Coca-Cola tu hermano te avisa de que te están llamando con número privado. Lo coges y preguntas ¿quién es? repetidamente, no contesta nada y cuando vas a colgar te dicen-. Si..eh..¿Hola? ¿María? Soy x... Te quedas callada y cuelgas, tu hermano está delante, no puedes hablar con él si está delante, no quieres que te vea gritar ni llorar. Mientras te cambias te vuelve a llamar, lo coges dispuesta a hablarle pero no te salen las palabras y cuelgas, metes el móvil en el cajón y te olvidas de él. Al rato vuelves, nueve llamadas perdidas suyas. No se lo vas a coger, lo tienes claro. Sigue llamando, sigue insistiendo. Después de dos mensajes y catorce llamadas perdidas te decides a cogerlo si vuelve a llamar una vez más. Pero no vuelve a llamar, la esperas y no llama. Perdiste tu oportunidad para pedirle explicaciones. Llamas tú a su móvil pero no te lo cogen. No volverás a llamar una segunda vez.
Ahora llevas el móvil siempre contigo por si por algún casual se le ocurre volver a llamar, te costará pero se lo cojeras, ya tienes medio planeado el mini dialogo que vas a mantener con él.
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