jueves, 5 de diciembre de 2013

Y le perdí.

Sin saber cómo ni cuándo él llegó a mi vida, arrasó con todo, lo puso del revés, le dio la vuelta a aquello cuanto se encontraba a su paso, incluido mi corazón. Fue pasando el tiempo y entre los dos fuimos ordenando aquel caos que previamente se había formado en nuestras vidas, nos encargamos de decorarlo a nuestra manera, de construirlo juntos, de ser uno.
Lo fuimos todo sin ser nada, no entendíamos qué era lo que teníamos, pero no nos importaba. La gente preguntaba si éramos pareja, amigos, amantes... Nosotros siempre contestábamos que eramos nosotros, y eso nos bastaba.
Khrónos hizo de las suyas acelerando nuestras vidas, y a la vez que se aceleraba todo, nuestros intereses cambiaban. Tú querías un nosotros verdadero, responder a las preguntas que la gente hacía diciendo que eramos ''novios'', para mi el nosotros estaba bien, para mi el nosotros era más verdadero que cualquier otro sentimiento. Tú querías poner fecha, celebrar aniversarios, a mi me gustaba celebrar cada momento que pasaba contigo, porque cada momento era un aniversario. Tú querías salir a la calle y cogerme de la mano, gritar a los cuatro vientos que eramos nosotros, a mi me gustaba mantenerlo para mi, creo que no hay necesidad de aparentar que estamos juntos, no hay necesidad de mostrar que estoy con alguien, o que quiero a alguien, no hay necesidad de hacerlo artificial, con que tú supieras que te quería me sobraba.
Lo sabías, yo lo sabía y solo los amigos más cercanos lo sabían, sin fotos, sin fechas, sin cosas artificiales, yo te quería.
Pero eso no bastó y a pesar de lo que nos queríamos, que no nos importaba nada ni nadie, que no teníamos fecha de caducidad y no dábamos explicaciones, te perdí.
A pesar de quererle más que a mi misma le perdí.

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